Las investigaciones demuestran que tener una actitud agradecida brinda muchos beneficios a los niños. Un niño agradecido tiene un mejor rendimiento académico, es más propenso a alcanzar sus metas y se siente más satisfecho con la escuela y la vida. Sin embargo, Jeffrey J. Froh afirma que el mayor beneficio que proviene de ser agradecido es el alejarse del materialismo. Cuando un niño se siente agradecido, valora las cosas intrínsecas o internas, como la honestidad o la amabilidad, en lugar de cosas externas como la ropa o el estatus social.
Froh explica que aquello que valoras, dirige tu conducta. Por lo tanto, cuando valoras el dinero, la fama, las apariencias y el estatus, tus acciones son motivadas por ello. Por otro lado, cuando valoras cosas como tu comunidad o el crecimiento personal, tus acciones también se ven afectadas por ello.
Las personas agradecidas tienen mayor tendencia a valorar el relacionarse con otras personas o ayudar a su comunidad, y es más probable que estén interesadas en el crecimiento personal y convertirse en la “mejor versión de sí mismos”.
Apreciar lo que tienes
Ser más agradecido es algo que todos pueden lograr, afirma Froh. “No quiero decir que sea fácil, pero es muy posible volverse más agradecido. Sin embargo, como sucede con todo lo que vale la pena cultivar en tu vida, tienes que trabajar en ello”.
En estudios realizados a adolescentes, Froh y sus colegas solicitaron a los estudiantes que llevaran un registro diario de gratitud. Lo único que los jóvenes debían hacer era escribir cinco cosas por las que estaban agradecidos cada día, y cosas como comer pizza o no tener mucha tarea, eran válidas.
“Descubrimos que los niños que llevaban el registro sentían más optimismo con respecto a la semana siguiente”, afirma Froh. “Mostraron menos quejas acerca de dolores de cabeza, congestión nasal y cosas por el estilo. Nuestro mayor descubrimiento fue que reportaron una mayor satisfacción escolar”. Todo ello se logró a partir del simple acto de escribir, cada día, cincos cosas por las que se sentían agradecidos. Froh afirma que se trata de una práctica sencilla, que produce beneficios profundos y duraderos.
“Los niños agradecidos tienen más claro a dónde se dirigen, por qué hacen lo que hacen y por qué se levantan en las mañanas. No es demasiado pronto para hablarles a los adolescentes sobre conectarse con ese propósito de vida más elevado”.
Así que conociendo esto, les tenemos algunos consejos que entiendo pueden ayudar a desarrollar ese valor de agradecimiento o gratitud en sus hijos.
- Sé agradecido con tus hijos. Manifiéstale lo agradecido que estas como padre/madre de tenerlo como hij@, y cada semana resalta las cosas positivas que ves en ellos, sobre todo agradéceles el gran esfuerzo que hacen por sus clases en línea ya que muchos de los niños están pasando por una etapa muy complicada por la educación a distancia debido al Covid-19 remárcales que ellos son unos verdadero héroes al ser la primera generación en tomar clases de esa forma y que pasaran a la historia por ese gran esfuerzo que hacen cada día, aprovecha un momento en familia para agradecerle por eso. Eso los hará sentirse querido y aumentarás su autoestima.
- Integra el agradecimiento en tu rutina diaria. Todos los días, toma un momentito para la familia, y hablen de su día, pregúntales a tus hijos, como les fue, y aprovecha al final de la conversación para preguntarles, que agradecen haya pasado en ese día en particular. Con esta simple rutina diaria, les estarás enseñando a apreciar las pequeñas cosas que pasan a diario.
- Participa en familia en algún proyecto de ayuda social. Con esto no quiero decir que tengas que llevar a tu pequeño de 3 años a una clínica o algún lugar remoto, puedes empezar comprando algún juguete para regalar en navidad a un niño de la calle, preparar una canasta con algunos artículos de necesidad para alguna familia que lo necesite, en fin, existen muchos proyectos que puedes empezar con ellos.
- Practica la generosidad al compartir con otros niños juguetes de los que ya no usan. Los niños usan sus juguetes por cierto tiempo, y luego dejan de jugar con ellos, hasta que pasan meses en el closet. Explícale que, para poder comprarle nuevos juguetes, debe regalar aquellos que ya no usa. OJO, no regalar juguetes rotos, sino juguetes en buenas condiciones que ya no usen.
- Resístete a comprarle TODO lo que pidan. No siempre podemos y no siempre se debe complacer a un hijo en todo lo que pida. Los pequeños deben aprender que las cosas materiales, se consiguen con esfuerzo y se deben cuidar porque, aunque los padres puedan complacerlos, este hecho puede contribuir a formar en ellos el deseo de tenerlo todo.
- Si tus hijos están ya en la edad de la adolescencia, haz que ellos usen su semanal para la compra de algo que deseen. Ayúdalo a ahorrar y ver que las cosas no caen del cielo, y que hay que hacer sacrificios para obtenerlas. Sobre todo, a esta edad tan delicada, en donde la parte social ejerce tanta presión sobre ellos. Hemos visto hijos que piden a sus padres juegos y celulares, porque amiguitos de ellos lo tienen, sin pensar en el esfuerzo que hacen los padres, para darles lo que ellos nunca tuvieron. Esta es la etapa más crítica y en donde los padres no deben cansarse de educar y enseñar valores a sus hijos.
- Usa la palabra gracias con personas que te ayuden y ofrezcan sus servicios, ejemplo cajeras, servicios domésticos, porteros, etc. Esto los ayuda a apreciar las acciones y trabajos de las demás personas.
“Recuerda que enseñamos más con el ejemplo que con palabras”
Fuentes: greatschools.org / asupermomindr
